: JOHN RAMART
EL ESCRIBIR TE HACE SER MAS LIBRE Y TE LLEVA A CUALQUIER LUGAR DONDE QUIERES IR. Y LO MEJOR ES QUE SUCEDE LO QUE TU QUIERES QUE SUCEDA.

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viernes, 27 de enero de 2012

AMOR DE HOGAR (Seleccionada y editada en el libro Cachitos de Amor)

 
El olor de la leña al quemarse me hacia sentirme cómodo. Mi mujer con su bata y sus zapatillas de estar en casa. Su cara, sus gestos, sus movimientos, todos ellos me hacían estar cada vez mas enamorado. Era la mujer de mis sueños. Sentí que me hablaban, pero estaba inmerso en mis pensamientos. Hasta que note un golpe en el brazo, era mi mujer que me decía, cariño te quiero.

UN CABALLERO

Por favor caballero aquí no se pude fumar. ¿Quien me lo impide?, la ministra de sanidad, le contesta el camarero. Entonces el caballero apaga el cigarrillo y se bebe la cerveza de un trago y dice: ¿me puede cobrar? El camarero va enseguida y le cobra. El caballero sale por la puerta y enciende otro cigarrillo fumandoselo tranquilamente. Al rato vuelve a entrar y le dice al camarero ¡por favor me puede poner una cerveza!.

DOS VIDAS

No sentía mi cuerpo, abrí los ojos; charcos en la carretera, y el reflejo de las luces rojas y amarillas parpadeaban en mi cabeza como si estuviéramos en una feria. Un río de sangre me impregno todo el lateral de la cara. Intente moverme, pero me era imposible. Levante la vista y vi. una bolsa plateada. Eso me hizo volver a la realidad, llenándome los ojos de lágrimas.
Había quitado la vida a una persona. Nunca me lo perdonaría.
Lloraba tirado en el asfalto, mientras los servicios de urgencia me decían, tranquilo, todo va bien! Este esta vivo!

lunes, 28 de marzo de 2011

VALORES Y SEXO.

Ella estaba durmiendo como un ángel, después de una descarga brutal de adrenalina. Yo estaba sentado al lado de una ventana fumándome un cigarrillo, viendo como el humo recorría mi cara, con los rayos de luz de la única farola de aquel patio mugriento, en el que solo se oían gemidos y vulgaridades. Había disfrutado como nunca. No podía imaginar que el sexo diera para tanto. Mi vida sexual había sido muy triste, hasta esta noche.
Estaba el día anterior tomándome unas copas en un lugar donde suelen ir solo hombres. El local era realmente asqueroso, donde no sabes donde apoyar tu brazo, porque te quedas pegado a la barra. El hielo se derretía en mi whisky. Era el momento de dar el último trago y retirarme, cuando se abrió la puerta del local y vi entrar aquel monumento de mujer, que hizo levantar a los cuatro sonámbulos. Lo primero que hice fue pedirme otra copa inmediatamente. Paso a mi lado, dejando un olor que no se como describirlo, pero me hizo despejar los sentidos. Mi gran desilusión fue ver como entro con un individuo muy aparente, que la estaba llamando, y no contestaba.
Se sentó en una de las sillas destartaladas, cuando el hombre que la acompañaba la cogio por el brazo y la empujo hacia la pared abofeteándola. Al ver eso me levante y sin decir nada, le cogi al individuo por la solapa y lo levante en vilo. El tipo asustado quería decir algo, pero no era el momento para hablar con el cañón de mi Mágnum en su boca. La chica se retiro asustada diciendo que por favor no le hiciera nada. Tranquila nena, este individuo no se quien es, ni me interesa, pero lo único que sé, que va a salir por esa puerta y no le vamos a volver a ver mas, porque sino, mi dedo, la próxima vez no va a dudar en pulsar el gatillo y dejar su hermosa cara como un trozo de carne de mostrador.
Así fue como esta preciosa mujer y yo nos conocimos. Después me entere que aquel hombre era su chulo, y que era conocido en el barrio como un tipo de armas tomar. Desde aquel día no volví a verlo.
Ella se incorporo se vistió y dijo: John me tengo que ir, hasta la próxima, lo he pasado muy bien.
Nunca te juegues la vida por una mujer que no conoces por una noche de placer. Sigue tu camino.
Cerró la puerta y se fue.
 Encendí otro cigarro, este me iba a saber más amargo, pensando en las palabras de aquella mujer. Nunca busque con ella una noche de placer, todo surgió a raíz de las circunstancias. No puedo permitir que a una mujer se la maltrate. Al ver las formas de ese chulo con ella, actué como mi conciencia me lo pidió. Todo lo demás fue natural. Sin embargo, pensó que todo lo hice por pasar un buen rato y que lo de la pistola fue una chulería. No sabe que si el individuo se hubiera resistido lo hubiera pegado un tiro, aunque ella se hubiera largado.

martes, 22 de febrero de 2011

FRASE

Note en sus besos un fuerte sabor a perfume barato. Su pulso se altero al preguntarle si me quería, y en tercer lugar, su olor a pólvora en su mano derecha. No esperaba tener a su mujer esperándole para hacer el amor, sin dejarle ni ducharse. Mis ganas de sexo y su poca cabeza lo delataron.

lunes, 10 de enero de 2011

UNA VENTANA A LA VIDA

La vi pasar como todas las mañanas con sus hijos. Los niños iban muy arreglados y limpios, ella  sin embargo no iba tanto. La volví a ver a medio día, pero esta vez sola, y de nuevo por la tarde con sus hijos. Nunca la veía con nadie que indicara que tuviera marido.Un día estaba en mi terraza, como de costumbre viendo pasar el tiempo. Vi como los niños cruzaban la calle con mucho cuidado, y detrás no les seguía su madre.  Me resulto extraño, pero no le di importancia. Así paso toda la semana sin verla, solo pasaban los niños a la mañana y a la tarde . Llego el lunes y seguía sucediendo lo mismo. Pensé que ella no podría llevarlos al colegio, y a los chavales les tocaba ir solos. Seguramente le habría salido otro trabajo y se iría mas pronto al trabajo, en otra dirección. Bueno, especulaba en algo que en el fondo  me daba un poco igual. Esto lo hace el tener mucho tiempo para pensar.
Un día me disponía a bajar a la calle, para darme un paseo, que lo hacia habitualmente, para mantenerme un poco en forma. Gracias a Dios las piernas todavía me respondían. Al final de la caminata, compraba el pan en una panadería. El dueño era un personaje de lo mas curioso. Estaba cerca de la jubilación, y el señor pensaba que tenia veinte años, llevaba una ropa de lo mas moderno. Pero lo mas era la forma de hablar. Yo me limitaba a pedirle una barra, hola y adiós. Compraba el pan ahí,  por que estaba realmente bueno y estaba muy cerca de casa.
Entre en la panadería, di los buenos días, y mi sorpresa fue ver la señora de los niños comprando allí. Ella me correspondió con otros buenos días. Al salir me fije  muy bien, dándome cuenta que tenia moratones en los brazos y otro en el ojo. Los llevaba tapados con una mano. Yo al verla salí deprisa, diciendo al panadero que ahora volvía. La llame, se dio la vuelta , y me dijo que quería.  No sabia que decirla. Lo primero seria decirla que la conocía por lo menos de vista.



Perdóneme señora que la interrumpa, yo todos los días la veía. No piense mal, no tengo ninguna maldad, no piense que soy uno de esos asquerosos hombres con problemas sexuales.
La veía pasar con sus hijos al colegio. Yo siempre estoy sentado en una terraza de la calle principal.
El otro día los niños iban solos. Bueno hasta ahí todo va bien, yo no le hubiera molestado ahora, pero al verla así con esos moratones, no he podido evitar el preguntarla que le ha pasado, como se encuentra usted, y sus hijos. Dirá que me meto donde no me llaman, pero si la puedo ayudar en algo, no me importaría que me dijera en que.
La chica, se quedo muy sorprendida. En cierta manera no es normal que una persona te llama por la calle, y te diga eso. Caballero no se quien es, no le conozco de nada, y me esta contando cosas de mi vida. Veo que me ha estado observando. No tiene maldad como bien usted dice. Yo le agradezco sus palabras, pero me temo que no me va ha poder ayudar. Eso si, me gustaría que me dijera en que terraza vive usted, por lo menos, para saludarlo. Me llamo Yolanda y mis hijos Pedro y Luis. Ha sido un placer conocerlo. Hasta otro momento. Se fue alejando hasta  perdería de vista.
Me quede realmente admirado de como la chica me había contestado, con que educación. Me dio pena que no pudiera ayudarla, pero no lo necesitaría o no le parecería la persona mas adecuada.
Pasaron unos días y ella al pasar por allí, siempre me saludaba, incluyendo los niños, que se los presento desde la calle y yo en la terraza. Esto para mi era una gran alegría, me daba ilusión de verlos todos los días y saludarlos.
Yo vivía solo, estaba jubilado y viudo. Mi mujer falleció hace dos años, y no me habituó a estar solo sin ella,me hace mucha falta, por eso me paso gran parte de mi tiempo en la terraza, viendo pasar a la gente o en la calle intentando que pase el tiempo lo mas rápido posible.



             Un día me disponía a cenar, cuando una voz de mujer oí por la ventana, que me llamaba ¡Juan!
             ¡Juan!. Salí a la terraza, y era Yolanda. Hola señor Juan, como esta,- Yo muy bien gracias. Puedo             
             subir un rato a su casa. Si por favor sube. Me fui hacia la puerta y abrí. Ella entro y me comento si
             podía sentarse. Claro que si pasa al salón y siéntate. Estaba apunto de cenar, quiere acompañarme   
             señorita Yolanda. Bueno, si no es molestia, me contesto. De molestia nada, es un placer el tener
             compañía para cenar, después de dos años. Es muy triste tener que cenar  solo todos los días.
             Siéntate a la mesa, por favor. Te gusta la ensaladilla y las croquetas. Me encantan. Rápidamente se
             lo lleve a la mesa. Para mi tenia que ser algo mas suave, mi estomago estaba un poco dañado.
             Comia con tanta ansia, que no me dio tiempo ni ha empezar, cuando ya había terminado. La                                                                                    
             volví a dar un poco mas y se lo volvió a comer como si nada. Me di cuenta que esta chica tenia
             realmente hambre, llevaba muchas horas sin comer. Cuando termine de comer, le pregunte, donde
             estaban sus hijos. Me dijo que estaban en casa, que les había dejado cenado, y ya estaban
             durmiendo. ¿Y tu marido?. No vive en casa, estoy separada, solo viene de vez en cuando. Es un
             asqueroso borracho, que no quiere a sus hijos, ni nos ayuda en nada.¿Tu no habías cenado?
             Ella se puso a llorar. No te tendría que haber preguntado eso, no he tenido vista, disculpame.
             Ella entre lloros se levanto y me dijo que no era culpa miá. No tengo suficiente dinero para
             comer los tres, entonces los tengo que decir que coman, que yo ya he comido. Hoy me sentía
             muy sola, y con mucho hambre. Me hacia falta hablar con alguien. Como me dijo el otro día que
             me podía ayudar, pues aquí estoy. Le pareceré un poco descarada pero yo no soy normalmente así.
             Ruego que me disculpe si en algún momento lo he sido. Yolanda, estate tranquila, yo no he pensado
             nada de eso, solo de como podía ayudarte. Gracias señor Juan, es usted muy buena persona.
             Yolanda, en que estas trabajando ahora mismo. Trabajaba en un hotel, limpiando habitaciones, y
             después hacia algunas horas en casas limpiando.
             
          
              Pero lo del hotel, me despidieron por reducción de plantilla, y solo me quedan las horas de
              limpieza de las casas, y es poco para los tres. Como te he dicho, mi marido, no nos ayuda
              para nada. Solo nos da problemas. ¿Te pega? Lo dice por el otro día, verdad. Ha sido la única vez
              que lo ha echo, pero si lo hace una, ya no te puedes fiar. Se pasa todo el día borracho.                                               
              Me levante, fui hacia un armario y saque unos pañuelos. Toma yolanda, secate las lagrimas, no
              llores mas. Te ayudare en todo lo que pueda. Ahora vete a casa con tus hijos, no los dejes solos.
              Te voy a dar unas galletas de chocolate, para que mañana, nada mas levantaros, se las des
               para desayunar. Veras que contentos se ponen.
               Quiero verte pasar mañana, como todos los días, a llevarlos al colegio. Cuando los dejes, te
               pasas por mi casa y hablamos. De acuerdo Yolanda. De acuerdo señor.
               Muchas gracias por la cena y por las galletas, hasta mañana.
               Cerro la puerta. Salí a la terraza, vi como salida. Se dio la vuelta y me decía adiós con
               la mano.
               Me senté en el sofá, pero no me puse la televisión, la chica me había dado motivos para
               preocuparme. Me preguntaba ¿Que podía una mujer sola, con dos hijos sin trabajo, y sin nadie
               que la ayude?. Esta vida es muy dura. La chica es una persona, por lo que se ve trabajadora, pero
               con esto de la crisis, cada vez hay mas despidos, reducción de plantillas, la gente no puede ni
               trabajar. Sin trabajo la gente no puede tener una vida digna.
               Tenia que ayudarla. La diré que me trabaje en casa, pagando la un sueldo, mientras la busco un
               trabajo. Voy a llamar a mi amigo Elias, que el sigue en la empresa. No creo que se allá jubilado.
               Marque el teléfono, y le dije a la recepcionista, que por favor me pusiera con Elias García. Un
               Un momento por favor. Al otro lado del teléfono. Si dígame. Elias soy tu amigo Juan. Hombre
               Juan, como estas, cuanto tiempo. Gracias a dios muy bien, un poco solo, pero bueno son cosas
             

            

              de la edad. Elias, quería pedirte un favor. Dime, si esta en mi mano, adelante. Mira tengo una
              amiga con dificultades, le han despedido de su trabajo, y tiene problemas económicos. Tiene
              dos hijos y esta separada, y su marido no la ayuda.
              Bueno, vamos a ver, esta chica de que trabaja. Limpiaba habitaciones en un hotel. Osea no tiene
              estudios. Bueno, Elias realmente no se si tiene estudios o no, lo único que se es donde trabajaba.
              Mira Juan, tengo aquí un puesto, pero es para recepcionista. Tu crees que ella podría desempeñarlo.
              Yo pienso que si. Vamos a hacer una cosa Elias, hablo con ella y mañana te llamo, con lo que sea.
              De acuerdo pero llamame sin falta.
              Al poco rato Yolanda, apareció por mi casa, como yo, la comente dije que se sentara, que
              tenia que contarle una cosa, haber que le parecía. Dígame señor Juan. Pensé que podridas ayudarme
              en mi casa y pagarte un dinero, pero he estado llamando, a un amigo, de mi antigua trabajo
              para haber si había algún trabajo, y me ha comentado que hay un puesto vacante de recepcionista.
              ¿Que estudios tienes?. Tengo hasta el bachillerato. Como ves lo del trabajo, Yolanda. No
              se si podre hacerlo, Tu  me ves capaz de hacerlo, Juan. Yo no te conozco lo suficiente, pero si
              eres una chica trabajadora, seguro que si. Eres joven, con fuerza y mucha ilusión por todo. Lanzate,
              que no te vas ha arrepentir. De acuerdo Juan dile a tu amigo, que cuando quiera, voy a hablar
              con el. Mira, lo llamo ahora mismo, que me diga, cuando vas por allí.
              Elias, soy Juan, la chica, tiene ganas de trabajar, cuando va por allí. Pues, mañana mismo a las 8:00
              A.M., así hablo con ella.
              Juan les invito a subir a  casa a todos, y pasaron el resto del día muy agradable. Comieron,
              hablaron, y por la tarde pusieron una película para los chavales. Por la noche se despidieron de
              Juan muy contentos, dándoles las buenas noches.
            
              
             
               Yolanda, entro por una gran puerta, que daba paso a un gran despacho, en el que ponia
               Elias Gutierrez Quejido, Director de Recursos Humanos. Yolanda estaba un poco asustada.
               ¨Yolanda¨, dijo una señorita, venga por aquí, por favor, el señor Elias la esta esperando.
               Pase señorita Yolanda. Un placer conocerla. Mi amigo Juan, me hablado muy bien de usted.
               Viene por el puesto de recepcionista. Elias le explica las condiciones del trabajo, su sueldo, en     
               definitiva, todo lo que concernía al puesto.
               Me parece,que usted es la persona idónea para este puesto. Me inspira confianza, no me falle.
               Empieza, mañana. Venga como hoy.
               Muchas gracias señor. No me de a mi las gracias , déselas a su amigo Juan.
               Yolanda llego toda contenta, contándole todo Juan. Se iba a llevar un buen sueldo. Con el ya
               podrían vivir mucho mejor, por lo menos sin agobios. Me alegro mucho, por ti, lo único que ya no
               te voy a tener para cenar. Como que no Juan. Mas de un día quedaremos para cenar y charlar de
               nuestras cosas.
               Quería darle las gracias por todo, nadie se había portado también con nosotros.
               Así fue como Yolanda y sus hijos, pudieron tener una vida digna. Ella pudo con el puesto de
               recepcionista y fue subiendo en la empresa, gracias a que  en  su tiempo libre estudiaba.
               Todo por su esfuerzo, y gracias también por aquella persona, que apareció, en el momento y lugar
               justos.
               Cuando se cierra una ventana, dicen que se abre otra. Se les abrió una gran ventana, llena de
               trabajo, amor y felicidad.

miércoles, 5 de enero de 2011

CRIMEN RESUELTO

No me podía creer lo que estaba viendo delante de mi, era hermosísima, preciosa, era de las mujeres mas bellas que había visto, pero el estomago se me revolvió al verla, como su cuerpo estaba bañado en sangre, con múltiples lesiones de arma blanca. Quien podría haber echo eso.Solamente un asesino sin escrúpulos, que mata por placer y se ensaña con sus victimas. El lugar, era lo menos recomendado para una señorita con esa vestimenta de mujer acomodada, y con esas joyas que llevaba colgadas encima. Estaba claro que el móvil no había sido el robo, incluso me decía que el asesino por su estatus social no le hacia falta esos recuerditos. Su vestido estaba dañado solo por la parte frontal, dejando al aire los pechos de la victima. Casi todas las cuchilladas habían sido por la parte abdominal y otras por la espalda. Su rostro maquillado, indicaba, que no había sido golpeada. No había indicios de violación. Todo indicaba que la acuchillo primero por la espalda, viéndose ella sorprendida. Una vez en el suelo el asesino se ensaño con ella dándole por la zona abdominal, ella se resistió, pero no pudo hacer nada. Y cuando el asesino la iba a violar, todo indica que apareció alguien que no entraba dentro de sus cálculos. Ese alguien soy yo el que les habla, detective Iñaki Sarralde, para servirle. Se preguntaran que hacia yo ahí, en ese momento.Todo viene de unas horas antes. Yo estaba como de costumbre, por la tarde, tomándome una copa en el Púb. ¨Palmito¨, charlando con el camarero, cuando, no me cansare de decirlo, que mujer tan hermosa era la victima.
Entro, se sentó, nos miramos, y ella enseguida vino ha pedirme fuego. Le di fuego, y la comente si quería sentarse conmigo. Ella enseguida se sentó junto a mí, de una forma muy provocativa, cruzando las piernas, y dejando su pierna al aire. Yo pensé que iba ha ser un buen día, que iba a ligar después de tanto tiempo. Cuando me disponía a proponerla algo mas que hablar, ella me comento que se tenía que ir, había quedado con alguien en otro sitio. Se levanto y salio a toda prisa del local. Yo la seguí, la llame, pero ella doblo la esquina, y la perdí de vista. No la encontraba, di un par de vueltas hasta que doble una esquina, y me encontré con el asesinato de esa extraña mujer.                                                                 
Desde ese día cuando conozco una mujer no la dejo ir sola, o me la llevo a la cama (que es lo menos probable) o la llevo a su casa.

jueves, 23 de diciembre de 2010

AMOR DE CIUDAD

En Toledo hubo una mujer que me hace recordar esta ciudad. Su nombre era Esperanza, y su apellido Fuerte. Esperanza, la que yo tenía de estar con ella, cuando sus ojos se posaban sobre los míos, mientras nos besábamos en la oscuridad de las murallas de la ciudad. Fuerza, la que me daba, al darnos los últimos cariños de despedida en la noche de Toledo. Partí, pero con la esperanza de volver, para recordar los preciosos momentos vividos, y por que no, ver aquella mujer que me hace recordar tanto esta hermosa ciudad.

martes, 21 de diciembre de 2010

AMOR Y ODIO



                                                
En la gran ciudad de Madrid, en uno de los muchos edificios existentes, vivían dos hermanos que no pensaban más que en jugar y hacer travesuras. Su padre lo achacaba a la edad.  Había que tener paciencia. Su padre, todas las mañanas se iba a trabajar con la preocupación de que a la vuelta, encontraría a su mujer muy enfadada. El padre no sabía que hacer, pero los días pasaban y no se ponía solución. Los niños fueron creciendo y su conducta no mejoraba. Al llegar a la edad adulta, las cosas fueron de mal en peor, en la casa no había amor, solo desorden, y broncas. Del amor se paso al odio. Este originaba, peleas cada vez mas violentas. Llego el día que la violencia fue tal, que los padres fueron asesinados por sus hijos. Estos fueron detenidos y llevados a comisaría, interrogados, juzgados y encarcelados para el resto de sus vidas. Aquellos niños traviesos, se habían convertido en dos personas intratables, sin cariño, odiando a todo, y a todos. Los días eran muy largos, todos eran iguales. Levantarse por la mañana, ir a comer (si es que se le podía llamar comida), después hacer los trabajos habituales, limpiar, lavar, planchar, (dependiendo de lo que te tocara), a comer, descanso de una hora, salida al patio, lectura etc… y a dormir, si es que podían dormir con los ronquidos de su compañero o simplemente que su cabeza les dejara. No querían saber nada de nadie, ni de nada, no hablaban con nadie, no se sentaban con nadie, no hablaban ni entre ellos mismos. Eran como fieras, no se si se les había olvidado hablar. Los otros reclusos les tenían miedo. Un día que estaban en el comedor haciendo cola con la bandeja, al llegar su turno, uno de los presos les dijo que se habían colado. Este preso era una masa de músculos, con cincuenta cicatrices por todo el cuerpo y famoso no por eso, sino por su violencia. Unos de sus hermanos se dio la vuelta y sin decir palabra le agarro de la cabeza y se la retorcio.El cuerpo quedo inerte, sin moverse.  Mientras lo atendían, los hermanos se dedicaban a comer sin decir palabra. Uno de los carceleros se les acerco pidiendo que por favor se levantaran y le acompañaran. Estos siguieron comiendo, haciendo caso omiso. El carcelero tras ver la aptitud de los dos hermanos, volvió a decirles que le acompañaran, en una postura un poco más severa. Entonces los dos hermanos se levantaron, cogieron sus bandejas, las dejaron en su lugar y dijeron al carcelero que no dejaba ni comer. Ya hemos terminado, ahora vamos donde tu quieras. Fueron llevados delante del director del centro, que cuando los vio entrar, no pudo reprimir su estado de nervios y directamente los mando una semana sin salir al patio de actividades. Poco les importaba el no salir. Los castigos por parte del director del centro, eran siempre los mismos. Que castigo vas ha imponer a una persona que se va a tirar toda su vida en la cárcel. Sus vidas transcurrían sin ningún sentido. Los propios carceleros de la prisión los tenían de lado, no entendían su forma de actuar, ni su comportamiento tan violento. Eran como dos vegetales andantes, con una enorme capacidad de engendrar problemas.
Normalmente a la tarde uno de los reclusos pasaba por la biblioteca y cogia libros de aventuras, terror, policíaco, formación, religiosas, de todo un poco e iba celda por celda dándolas o cambiándolas. A este recluso lo llamaban ¨Leon¨, porque decían que siempre estaba gruñendo, y se metía mucho con sus compañeros, era un poco pesado. Cuando pasaba por las celdas, los hermanos ni se inmutaban, ¨Leon¨ les golpeaba los barrotes con fuerza para asustarles y gritarles, ¡libros, revistas, caramelos, pipas!, y se les ponía a hablarles, diciéndoles cosas del tipo: vosotros lo máximo que habéis leído son los carteles de los baños, hombres o mujeres. No sabéis lo que os perdéis, salir de vuestro muro interior y dar algo a los demás o por lo menos daros algo a vosotros mismos. Por lo menos que uno lea y el otro escuche, un día uno y otro día otro. Seguro que cuando salga de esta asquerosa prisión y ya no este aquí, el que venga a sustituirme le cogeréis un libro, y encima seréis simpáticos. Que sepáis que me queda una semana y después no quiero saber nada de vosotros, que sois los dos unos animales. En ese momento los dos hermanos se levantaron y se dirigieron hacia la puerta de la celda. Yo no daba crédito, pero dijeron ¨te haremos caso¨.No se cual fue el motivo real, pero la impresión era que querían que se fuera para no aguantarlo. Pasaban los días y no cambiaba nada, los dos hermanos seguían con su misma aptitud. Hasta que paso algo extraño, inesperado, que a todos les hizo pensar.
Un día por la tarde los hermanos estaban tumbados como de costumbre, cuando empezaron a oír abucheos, gritos, risas, en definitiva mucho escándalo. Todo se debía a que en la puerta principal apareció un recluso, muy bajito, regordete, con cara de buena persona, con una vestimenta pequeña para su volumen y unas gafas enormes. Al verle daba aspecto de payaso de circo, hacia reír. Según entro, se presento: me llamo Aurelio y soy vuestro nuevo compañero y bibliotecario. Ruego que saquéis vuestros libros o revistas por fuera de las rejas de la celda, para que yo os pueda atender lo mejor y más rápidamente posible. Quiero que tratéis los libros y las revistas como si fueran vuestros padres o novias, quien las entregue dañadas, tendrán dos días de castigo sin biblioteca. Si queréis algún libro en especial me lo podéis decir con un día de antelación, y así os lo podré traer. No se por que viene tanto revuelo, ¿que pasa que el antiguo bibliotecario os trataba mal? Ah otra cosa, ruego disculpéis mis errores, también soy muy despistado.
Empezare por abajo y terminare por arriba.Todo fue transcurriendo con normalidad, tardaba un poco mas en cada celda por ser el primer día, pero a Aurelio se le veía que entendía en la materia.Del libro que le hablasen, el siempre tenia un halagó o una critica, dando fragmentos del libro, con lo que demostraba un gran conocimiento de ellos.
Era una persona muy amable, cariñosa y bondadosa, nadie podía entender como una persona así podía estar allí. Le gustaba enseñar todo lo que sabía y podía, era un tipo entrañable y lo estaba demostrando el primer día. Uno de los reclusos pregunto al bibliotecario porque estaba allí. El, muy serio, bajando la cabeza le dijo, que el querer a un hermano le había llevado hasta allí. Por lo visto el y su hermano vivían juntos en una casa a las afueras de Madrid. Un día Aurelio volvía a casa fue a abrir la puerta y se encontró que su hermano estaba discutiendo con una persona que el no conocía, la cosa se puso cada vez mas fea, el caso es que se empezaron a pegar, con la mala suerte que el extraño se cae y se da un mal golpe en las sienes, quedando muerto en el acto. El hermano salio corriendo y dejo solo a Aurelio que no sabia que hacer. La mala suerte que los vecinos habían oído alboroto y llamaron a la policía. En ese momento se presentaron y pillaron a Aurelio incorporando al muerto, manchado de sangre. Un desgraciado caso de mala suerte y de cobardía por parte del hermano. Notaron tanto dolor al preguntarle la primera vez, que desistieron de hacerlo otra. Cuando llego a la celda de los hermanos, todo fue muy diferente de lo habitual, los hermanos estaban de pie esperándole. Aurelio dio las buenas tardes y los hermanos contestaron buenas tardes Aurelio. Todas las celdas se quedaron mudas. El propio Aurelio se dio cuenta del silencio que se produjo en la sala. Al ver la reacción de sus compañeros este hizo caso omiso y continuo. ¡Qué tal chicos! Me habían comentado que erais un poco negados para la lectura, que no queríais saber nada de libros, pero veo que no es así, pero mejor no hacer ni caso, vamos a seguir. Un momento, dijo uno de los hermanos; al ultimo bibliotecario le dijimos hacerte caso y así va ha ser. Aurelio no entendió ese comentario, pero se limito a continuar. Muy bien chicos, que os va ha apetecer esta semana, libro, revista. Uno de ellos dijo; un libro. De que lo queréis. Tengo un libro que estaba prácticamente escondido y lo he rescata de la estantería, me parece muy interesante. Trata de las vivencias de unos padres con sus hijos. El autor no es conocido, pero bueno eso da igual. Seguro que os gusta, es un tema muy actual. Los hermanos cogieron el libro lo hojearon un momento y lo dejaron a un lado de la cama. Uno de los hermanos, pregunto a Aurelio que cuantos libros había en la biblioteca. Este le contesto que muchísimos, que no le daría tiempo a leerse todos, por mucho que estuviera allí. Uno de los hermanos contesta, toda una vida me queda por estar aquí, y quiero leerme todos los libros que pueda, me ayudaras Aurelio. Claro que si, cuenta conmigo, yo te informo de los libros y vosotros os los leéis. De acuerdo. Aurelio se despidió hasta el día siguiente, diciéndoles que disfrutaran del libro, que les hará soñar y llevar sus mentes a otro sitio. Ser felices. Al llegar la noche uno de los hermanos cogio el libro y se disponía a leer en alto, lo mas alto que pudiese sin molestar a nadie y que no le oyeran los carceleros. El titulo era¨Padres¨. Empezó a leer lentamente, poco a poco. Los años habían pasado sin coger un libro y la dificultad de lectura de los hermanos era notable. Pasaron los minutos, luego las horas, hasta que cuando se dieron cuenta era de día, no se lo podían creer, un libro les había tenido entretenido toda la noche sin dormir. El libro les había echo reír, llorar, todo eso, simplemente un puñado de hojas que estaban casi perdidas en el fondo de un estante. ¿Quien seria la persona tan buena e inteligente que habría podido escribir aquellas palabras? abrió el libro y allí en una esquina ponía Carlos García Pérez y a su lado una foto. Cuando uno de los hermanos la vio, sus lágrimas se volvieron torrentes y su tristeza era tal, que no podía ni hablar. Su hermano se acerco y le pregunto, pero que te pasa, solo es un libro. ¿Sabes quien escribió este maravilloso libro, de unos hijos mal educados? No, dímelo. TU PADRE.
Desde aquel día, todo cambio en aquellos dos hermanos. Se pasaban leyendo libros a todas horas mañana, tarde y noche. Leían cualquier cosa, daba igual de que fuera. Su relación con Aurelio se fue incrementando gracias a los libros. Aurelio no daba a vasto trayendo libros a los hermanos. Cada vez que pasaba por su celda, hacían tertulias del libro leído y de los futuros a leer. Nadie se podía imaginar que esa relación iba a crear ser muy buenos amigos. El cambio fue radical con sus compañeros de celdas, eran amigables, hablaban con todo el mundo, estaban siempre dispuestos a ayudar. Procuraban inculcar la lectura a sus compañeros, llegando a ser un poco molestosos. Pero su compañeros no les preocupaba, se sentían a gusto con ellos. Fue pasando el tiempo, y aquellos muchachos mal criados se convirtieron en dos personas que eran queridas en la cárcel, muy apreciados, incluso por los carceleros y directores del centro. Dentro llegaron a ser una institución. Formaron dentro del centro una asociación, para los padres de los reclusos, para que estos estuvieran enterados de todo lo referente a sus hijos dentro del centro, aptitudes, comportamientos etc.…También había clases de integración entre padres y reclusos, que era donde mas hincapié ponían los hermanos. Para que padres e hijos llevaran la misma dirección y no pasara lo que a ellos les paso. El libro que les dejo Aurelio lo tenían guardado en su celda. Para ellos era lo más valioso que tenían de su familia. No podían echar atrás aquellos años perdidos, borrarlos de sus cabezas como si no hubiera pasado nada. Su comportamiento no tenia perdón por lo que habían echo, siempre lo llevaríamos encima de sus hombros la carga de haber asesina a sus padres con la indiferencia que el que mata a una hormiga. Por muchos años que estuvieran allí, nunca pagarían lo que hicieron a unos padres que les quisieron darles todo su amor, y cariño. Ellos no supieron verlo, ni quisieron verlo. Como una persona puede llegar a ese extremo, de maldad, egoísmo, brutalidad, no tienen bastantes adjetivos para  lo que hicieron. Por mucho que quisieron hacer dentro de la cárcel, nunca podrían estar tranquilos consigo mismo, en su interior algo le diría soy un asesino. La historia de mis dos nietos es una historia triste, y muy desagradable, pero creo que era necesario mostrar al público, con ayuda de compañeros de la cárcel y la mía propia, lo que puede llegar a ser una persona. No se las causas, ni los motivos, de ese comportamiento, porque ahora ya daría igual, pero lo que si se, es que estos energúmenos, mataron a sus padres, y por muchos años que estén metidos en esa pocilga, nunca pagaran lo que hicieron. Se han querido poner en contacto conmigo, pero no puedo ponerme delante de ellos, sin tener que pensar que eran mis nietos, porque ahora para mí ya no son nada. No se que querían decirme, seguro que pedirme perdón. Pero ahora no tiene sentido esa aptitud. Yo ya he sufrido con la muerte de mi hijo,  ahora que ellos sufran por la muerte de su abuelo.


miércoles, 1 de diciembre de 2010

MALDITO DINERO

Primero la hipoteca, después el préstamo, el seguro. la cuota de la asociación, los gastos generales y particulares. El banco ya no me financia, no me da un billete más. Habrá llevado mi propuesta al departamento de riesgos, calculando que puedo pagar, y me la han denegado.
Esto significa que no puedo invertir en ese maravilloso negocio que iba a montar. Me conformare con hacer algo más barato para mi economía, y más cómodo. No hacer nada.

lunes, 29 de noviembre de 2010

FELIZ NAVIDAD

  MAGICA NAVIDAD.
Levante mi espada ante el acoso de los lobos. Una luz cegadora choco contra mi espada, tirándomela. Cual fue mi sorpresa, cuando los lobos empezaron a lamer a mis hijos. Algo surgió del cielo, pasando cerca de nosotros, dejando una gran estela de luz que nos dejo prácticamente ciegos. Algo sucedió. Los lobos se habian hecho amigos de mis hijos. Mi espada tenia un brillo especial, y una gran inscripción que decia : Mágica Navidad.                                                                 

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Disfruta dia a dia

  LA CHICA DE MIS SUEÑOS                                                       

Hoy podía ser el mejor día de mi vida, o por lo menos eso pensaba. Había quedado con la chica de mis sueños. Me puse bien elegante, y antes de salir de casa me perfume. Fui hacia la cafetería donde habíamos quedado. Una vez allí me senté en un sofá ha esperarla. Pasaba un minuto de la hora, y empece ha ponerme nervioso. No podía imaginar, que no fuera a venir. Era imposible. Cuando pasaban dos minutos ya estaba, muy, pero que muy nervioso, pero de pronto la vi. entrar, era la chica mas bonita que jamás había visto. Iba muy elegante, blusa ajustada marcando su cintura, vaqueros de marca y una chaqueta por encima. Al verme se dirigió hacia mí, y con gran elocuencia y simpatía, me saludo con un abrazo y un beso a la vez. Le ofrecí que por favor se sentara conmigo. Ella agradecida, me complació. Una vez sentados los dos, tenia que ser yo quien rompiera el hielo. Con gran sorpresa, me pregunto si quería beber algo !por supuesto!-conteste- ¿quieres una cerveza?, que sean dos y bien frías por favor, me contesto. Fui a la barra, las pedí, y me dijo el camarero que enseguida nos la llevaría. Una vez que me había sentado, su forma de estar cambio completamente, su blusa se había desabrochado un botón o dos, no se, esto me produjo un intenso acaloramiento, debido a que mi vista siempre iba al mismo lugar. Me propuse mirarla siempre a los ojos, ya que mis intenciones eran buenas, tenía que ser un caballero. Me cogía de la pierna, con lo que mi acaloramiento fue en aumento. Su forma de estar, cambio, de una señorita a una chica vulgar. A medida que pasaba el tiempo, mi desilusión era tal, que la mande callar y la dije: Pensaba que eras la chica de mis sueños, pero tú no sales en ellos. Tu cuerpo no merece ese comportamiento, vasto, grosero e impertinente. Pareces una mujer de la calle, no una chica de buena familia. Lo siento.

Sigue disfrutando

                              LA ESCRITURA.-

La mano se mueve de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, hasta conformar algo como lo que    estas leyendo. No te gustara, pero te entretendrá.

                             EL MIEDO.-

La siguiente trinchera esta lejos, un metro, como puedo llegar, algo me lo impide. Doy un salto y caigo encima de un muerto, era mi sombra.

                            LA GUERRA.-

Disparo una y otra vez para que no me maten. Corro y corro para que no me maten. A la vez voy pisando cuerpos caídos en el suelo, que habrán hecho lo mismo que yo, pero con diferente suerte.

                            LA VIDA.-

Nacimos inocentes, crecemos inocentes y morimos inocentes.